Puntos clave:
En 2023, las normativas IFRS S1 y S2 fueron el detonante que llevó a muchas empresas latinoamericanas a reconocer la importancia de los estándares estrictos en sostenibilidad. Para 2024, la conciencia sobre estos temas ha crecido significativamente, y las empresas entienden que cumplir con los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) no es solo una ventaja competitiva, sino también una obligación regulatoria en varios países de la región.
Sin embargo, a pesar de este avance en la comprensión, la implementación efectiva de estos estándares sigue siendo un desafío. Las nuevas regulaciones en países como Brasil, Costa Rica, Chile y México obligan a las empresas a comenzar a reportar sus iniciativas de sostenibilidad teniendo en cuenta las nuevas IFRS S1 y S2, pero muchas aún no cuentan con las estructuras internas necesarias para cumplir con estas exigencias.
El desafío de la implementación
En cierta manera, la incertidumbre resulta comprensible. La creciente importancia de la sostenibilidad en la agenda de los consejos directivos, inversionistas, directores financieros, reguladores y, de manera general, en todos los actores del ecosistema de negocios a nivel global, exige que se tomen medidas para integrar estos temas en la gestión y reportes públicos de las empresas que a su vez puedan responder a las nuevas normas IFRS S1 y la IFRS S2 sobre sostenibilidad que entraron en vigor para los periodos que iniciaron el 1 de enero de 2024.
Los desafíos van desde la correcta recopilación de datos hasta la alineación con estándares internacionales como las normativas IFRS S1 y S2 o los requerimientos locales. El riesgo no es solo regulatorio, sino también reputacional. Las empresas que no logren consolidar sistemas de control y reporte coherentes en sostenibilidad corren el riesgo de perder la confianza de inversores y clientes.
Más que obligatoriedad, es conservar el negocio
La presión por la implementación de estas regulaciones crece cada día más en la región. Ya no es solo una cuestión de cumplimiento sino también de conservar el negocio, o perderlo.
Un caso reciente que involucró a un cliente europeo que importaba carne de Uruguay ilustra el pánico que surge cuando las empresas se dan cuenta del profundo escrutinio que se requiere en sus cadenas de suministro. “La revelación de que los proveedores locales pueden no ser plenamente conscientes de la necesidad de presentar informes completos amplifica las preocupaciones y subraya la necesidad urgente de iniciativas de educación y desarrollo de capacidades”, comenta Imán Zalinyan, especialista en Consultoría y Sustentabilidad de RSM en Países Bajos.
“Al adoptar de manera proactiva los principios ESG e integrar prácticas sustentables en sus operaciones, estas granjas pueden posicionarse como líderes en abastecimiento ético y gestión ambiental,” agregó. “En lugar de ver las iniciativas ESG únicamente como obligaciones o medidas de cumplimiento, las granjas con visión de futuro pueden reconocerlas como beneficios estratégicos que mejoran su comerciabilidad y atraer a los consumidores europeos más exigentes”, dijo Zalinyan. Lo cierto es que al alinearse con las consideraciones ESG, las granjas cárnicas en Uruguay u otros países latinoamericanos pueden capitalizar la creciente tendencia del consumismo consciente, donde las personas buscan cada vez más productos que se alineen con sus valores y creencias.
Además, adoptar cambios ASG también puede abrir puertas a nuevas oportunidades de colaboración e innovación. Es probable que los países europeos, con su mayor enfoque en las consideraciones ASG, sean más exigentes en sus decisiones de abastecimiento, favoreciendo a los socios que demuestren un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Al posicionarse como proveedores que cumplen con los criterios ASG, las granjas cárnicas de América Latina pueden acceder a mercados premium y forjar asociaciones más sólidas y resilientes con empresas europeas.
El papel del auditor interno
El rol del auditor interno se ha fortalecido, convirtiéndose en una pieza clave para asegurar la integridad de los informes ASG. El auditor interno ahora está alineado con las nuevas normativas y expectativas de los stakeholders y ha pasado de ser una figura clave en la auditoría financiera a convertirse en un facilitador esencial para el cambio en sostenibilidad. Ya no se trata únicamente de auditar los estados financieros, sino de asegurar que los informes ASG tengan el mismo nivel de rigor y supervisión.
Tal como lo destacó Liliana Mayorga-León, de RSM en Colombia, “el rol del auditor interno ha evolucionado: ahora debe liderar el diseño de marcos de control que aseguren la integridad de los datos ASG, ayudando a las empresas a adaptarse a las nuevas exigencias normativas”. Además, subraya: "El auditor interno no solo asegura la veracidad de los datos, sino que también orienta a la empresa en la selección de los marcos de control adecuados para gestionar los riesgos ASG".
En palabras de Florencia Felcaro, de RSM en Argentina, "los informes ASG deben tener el mismo rigor que los informes financieros, basados en un sistema de control interno robusto, donde el rol del auditor es clave".
“Para enfrentar este desafío, es esencial contar con apoyo especializado. Las empresas que aún no han consolidado capacidades internas para abordar la sostenibilidad de manera integral necesitarán colaboración externa o desarrollar capacidades expertas en áreas clave como la recopilación y verificación de datos ASG”, agrega Paola Piña, de RSM Chile. Esto implica que el rol del auditor interno no es solo técnico, sino también estratégico.
Conclusión
El 2025 trae consigo un panorama desafiante: las empresas que aún no han abordado de manera efectiva la implementación de los informes ASG quedarán rezagadas en un entorno en el que la sostenibilidad ya no es opcional. Los primeros marcos regulatorios en América Latina son solo el comienzo de un movimiento global que exige transparencia y mayor responsabilidad corporativa respecto de la revelación del desempeño ASG y resiliencia al cambio climático. Las empresas que comprendan que el auditor interno es un facilitador clave de esta transformación, podrán enfrentar mejor los futuros desafíos de reportabilidad.
Al verificar de manera independiente los datos ASG los auditores contribuyen de manera significativa a los esfuerzos de sostenibilidad de las organizaciones. A medida que la presentación de informes ASG continúa masificándose y siendo requerida por más usuarios, aprovechar el poder de la auditoría será crucial para las organizaciones que buscan impulsar la sostenibilidad de su negocio y su entorno. Si este es el objetivo de su negocio, no dude en contactar a RSM.