Publicado en El Confidencial

 

Los bufetes anticipan ajustes laborales de las empresas a lo largo del ejercicio que viene. A la inflación y la ralentización económica hay que sumar el miedo a unos costes laborales.

Ignacio Hidalgo, socio de RSM, indica que la percepción generalizada de las compañías es la de "una enorme incertidumbre en relación con el futuro y una gran inseguridad jurídica respecto de la interpretación de las normas laborales". Dos factores que hay que sumar al "inmenso problema" de los costes adicionales a los de la propia actividad que conlleva la reciente legislación laboral. Un plomo en las alas que penaliza especialmente a las pequeñas y medianas empresas. En RSM, explica Hidalgo, también trabajan en reestructuraciones laborales, pero que guardan relación con la marcha del negocio en determinados sectores de actividad y no tanto con la incertidumbre legislativa.