publicado en el semanario Búsqueda
Las organizaciones pierden, en promedio, el 5% anual de sus ingresos como consecuencia de acciones de fraude.
Este sorprendente costo del fraude en las organizaciones ha sido determinado a través del informe 2016 de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados (ACFE), la mayor organización antifraude a nivel mundial. El estudio se basó en 2410 casos de fraude realizados en 114 países, que causaron pérdidas totales por un monto que ronda los 6.3 billones de dólares.
Asimismo, se pudo visualizar que la media del fraude en las empresas fue del monto de USD 150.000 y que en más del 23% de los casos, las pérdidas fueron por lo menos de USD 1.000.000 variando el promedio en cada empresa de acuerdo a la región analizada en función de lo que se muestra en el siguiente cuadro:
Canadá y EEUU | USD 274.000 |
Europa | USD 463.000 |
Asia | USD 545.000 |
LATAM yCaribe | USD 174.000 |
África | USD 418.000 |
Si se tiene en cuenta el fraude cometido por los propietarios o altos ejecutivos, el resultado del reporte arrojó que el daño promedio ha sido 10 veces peor que en aquellos casos donde los involucrados fueron los empleados:
Fraude promedio a nivel de empleados | USD 65.000 |
Fraude promedio a nivel de gerentes | USD 173.000 |
Fraude promedio a nivel de propietarios y ejecutivos | USD 703.000 |
Se pudo observar también que de las tres categorías generales de fraude, el causado por fraude de los estados financieros ha sido por lejos el que ocasionó las mayores pérdidas promedio:
Apropiación indebida de activos |
USD 125.000 |
Corrupción |
USD 200.000 |
Fraude en los Estados Financieros |
USD 975.000 |
En el caso de estados financieros fraudulentos, el objetivo es engañar a los usuarios presentando diversas alteraciones donde las más usuales suelen provenir de la sobrevaluación de activos, el aumento de ingresos ficticios, la omisión de pasivos o la disminución de gastos para mostrar mejores resultados que los reales.
Finalmente, el informe de ACFE 2016, también pudo apreciar que aquellas empresas que no habían adoptado medidas para la prevención de fraude sufrieron pérdidas que pudieron ser cuantificadas en más del doble que aquellas empresas que si las habían adoptado.
Por otro lado, y en general, muchas empresas suelen generar diversas acciones con el objetivo de protegerse contra el fraude externo y no comprenden que el problema se encuentra generalmente puertas adentro.
Entre las medidas de prevención analizadas se destaca un adecuado sistema de control interno que incluya análisis proactivo y monitoreo, así como controles de gestión y la implementación de una línea de denuncias.
El sistema de denuncias internas se encuadra en el marco de las políticas empresariales de buen gobierno corporativo, favoreciendo no solamente la transparencia, sino que además protege a las organizaciones.
De esta forma se puede observar que no basta con una acción aislada para combatir este flagelo, sino que es necesario un adecuado plan que permita adaptarse a los distintos tipos de organizaciones.