“Hoy los clientes demandan un mayor valor agregado por parte de los servicios de auditoría. Además de velar por el cumplimiento de la normativa y la detección de errores, deben poder brindarse recomendaciones orientadas a la mejora de los procesos internos y la operativa de las empresas”.
La optimización de la calidad y eficiencia de las tareas de auditoría a partir del uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el análisis de datos es otro de los principales requerimientos. Asimismo, en base a la creciente complejidad de los entornos empresariales y la necesidad de garantizar la integridad y seguridad de la información financiera es que se valora enormemente la implementación de enfoques orientados a la gestión de riesgos y el fortalecimiento de los controles internos.
Para obtener los mejores resultados posibles es vital trabajar en forma colaborativa. Entre el cliente y los responsables de los servicios de auditoría debe existir una comunicación abierta y constante donde se establezcan en forma clara los objetivos y expectativas de la empresa para abordar luego su progreso. Involucrar a los clientes en la planificación de la auditoría es vital para ofrecer soluciones personalizadas orientadas a sus necesidades específicas. En esta labor conjunta adquieren relevancia los softwares de intercambio de información que permiten, en forma segura, el acceso a los datos más relevantes para la adopción de las mejores decisiones posibles en cada parte del proceso.
El enfoque colaborativo es clave para superar dos de los principales desafíos que afrontan los responsables de los servicios de auditoría ante la detección de problemas o áreas de mejora en las operaciones de una empresa: la resistencia al cambio y la falta de recursos por parte del cliente en términos de personal, tecnología o presupuesto. Una comunicación clara y la comprensión mutua provistas por reuniones de retroalimentación son fundamentales para encontrar soluciones prácticas viables y efectivas
Habilidades necesarias
El mundo de la auditoría exige que los auditores posean una combinación de habilidades técnicas, habilidades blandas y conocimientos específicos que les permitan estar preparados para responder ante un entorno dinámico.
Dada la creciente influencia de la tecnología, los auditores deben estar familiarizados con las herramientas y técnicas de auditoría asistida por computadora (CAATs) y la ciberseguridad. Asimismo, es crucial su capacidad para analizar grandes conjuntos de datos, vitales para identificar patrones, anomalías y riesgos.
Cabe destacar también la importancia de una buena habilidad para comunicar: los auditores deben ser capaces de comunicar sus hallazgos técnicos en forma tal que puedan ser comprendidos por las personas que no posean experiencia dentro del mundo de la contabilidad. Por último, a la hora de reflexionar sobre las habilidades necesarias, puede mencionarse a la gestión eficiente del tiempo y los proyectos en curso, en especial cuando es el caso de auditorías que deben desarrollarse en un periodo acotado.
Actualmente se cuenta con diversas herramientas que, al igual que el entorno, evolucionan en forma dinámica y veloz. Entre ellas se destacan la inteligencia artificial (IA) y la automatización. Mientras que la IA se utiliza para el análisis predictivo, que permite anticipar posibles riesgos financieros y detectar patrones irregulares, la automatización de tareas repetitivas aumenta la eficiencia en la recopilación y análisis de datos, lo cual habilita que los profesionales se centren en tareas más analíticas y estratégicas. También dentro de este campo se destaca el uso de herramientas de análisis de big data que posibilita procesar grandes volúmenes de datos para identificar tendencias y patrones significativos.
Por último, cabe destacar al énfasis en la sostenibilidad como una de las grandes novedades que presenta el entorno actual. Al evaluar el impacto general de una organización en el contexto en que se desarrollan, los auditores deben obligatoriamente abordar cómo las empresas con las que trabajan se vinculan con los criterios ESG de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente.
Para afrontar con éxito los nuevos desafíos y aprovechar las oportunidades que surgen dentro de un entorno caracterizado por la demanda de un mayor valor agregado, la profesión exige una actualización permanente de saberes basados en la evolución de tendencias y la absorción constante de nuevos saberes y habilidades.
*Publicado en Revista Mercado N°1257