Hallazgos clave

 

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Sólo el 46% de las empresas latinoamericanas cuenta con una política o estrategia formal de sostenibilidad.
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El análisis por países señala a Brasil y Chile como líderes regionales en sostenibilidad.
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Los líderes citan la desconexión de la sostenibilidad con la alta dirección y la falta de formación como barreras para el progreso en ESG.

RSM, el proveedor líder de servicios de aseguramiento, impuestos y consultoría para empresas del mercado medio, revela que el 57% de las empresas en América Latina está atrasada en la implementación de las normas obligatorias de informes de sostenibilidad.

Los hallazgos provienen de la encuesta ESG Latin America Landscape 2024 de la red, que comparte los desafíos y oportunidades que enfrentan 200 empresas latinoamericanas hacia la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) S1 y S2.

Aunque las empresas latinoamericanas parecen estar prestando atención a la sostenibilidad, RSM descubrió que sólo el 46% cuenta con una política o estrategia formal de sostenibilidad, y que sólo el 50% de las empresas cuenta con un responsable de sostenibilidad.

Resulta preocupante que el 22% de las empresas encuestadas aún no haya elevado la sostenibilidad a un papel o función estratégicos en sus organizaciones, lo que la convierte en un tema desatendido fuera de las conversaciones de los consejos de administración.

Eileen Turkot, Líder Regional de RSM en Latinoamérica dijo: "En nuestra investigación resulta  evidente que la madurez en la adopción de criterios ESG varía significativamente entre los países de América Latina”. 

"Por ejemplo, en Brasil vemos un enfoque más avanzado para medir el impacto social, mientras que en México, todavía hay un largo camino por recorrer en términos de integración de la sostenibilidad como una función estratégica dentro de las organizaciones. Esto refleja las diferentes realidades y retos a los que se enfrenta cada país para alinearse con los estándares globales."

La encuesta puso de manifiesto que, aunque la información no financiera es un área crítica, muchas empresas se están quedando rezagadas, ya que sólo el 40% de las empresas informan públicamente sobre sus prácticas ESG. En el informe que acompaña a la encuesta, RSM destaca que las empresas tienen más éxito en la aplicación de las normas de información cuando se integran con los compromisos y objetivos relacionados con su estrategia.

Cuando se pidió a las empresas que compartieran sus mayores retos a la hora de mejorar sus resultados en materia de ESG, el 30% de los encuestados señaló la generación de indicadores clave de rendimiento y su correspondiente seguimiento. Una cuarta parte de las empresas también señaló como un reto la medición de su huella medioambiental y su impacto social.

Paola Piña, Líder del ESG Hub de RSM en América Latina, dijo: "Observando los resultados de nuestra encuesta, instamos a las empresas a que la sostenibilidad no sólo se perciba como una obligación reglamentaria, sino como un motor de rentabilidad a largo plazo y de acceso a una financiación más favorable. Esto apela directamente al corazón de la estrategia financiera corporativa, revelando un avance en el estado de madurez respecto a la comprensión y el valor del desarrollo ESG."

La falta de experiencia por parte de los líderes empresariales, así como de recursos dentro de la organización, se identifican como los mayores obstáculos para mejorar los resultados en materia de ESG, con un 22% que así lo afirma en toda la región.

Nuances within the region

Paola Pina añadió: "En algunos países latinoamericanos puede haber normativas menos estrictas o pocos o ningún incentivo relacionado con los informes ESG en comparación con otras regiones como Europa o Norteamérica, lo que lleva a dar prioridad a otras preocupaciones empresariales".
“Así, según la encuesta, hay extremos claros. Por ejemplo, sólo el 32% de las empresas mexicanas tiene una política de sostenibilidad declarada, mientras que las chilenas alcanzan el 66%."


Central America: 

Aunque América Central sigue un patrón similar al de América Latina en cuestiones ESG, hay algunos matices importantes que destacar. Según las empresas centroamericanas que respondieron a la encuesta, el 51% de estas organizaciones cuentan con un responsable de sostenibilidad o un puesto directivo dedicado exclusivamente a la sostenibilidad, frente a la media latinoamericana del 43%. Sin embargo, sólo el 45% ha desarrollado una estrategia formal de sostenibilidad. Existe una gran oportunidad para avanzar en la creación de políticas claras y sólidas.

Brasil: 

Debido al papel clave de la Amazonia en la regulación del clima y la diversidad globales, Brasil presenta un interesante grado de madurez en cuestiones medioambientales. Sin embargo, el 47% de las empresas de Brasil afirman que los indicadores clave de rendimiento (KPIs) y la supervisión son el mayor reto para su rendimiento en materia de ESG. Se espera que la incorporación de nuevas tecnologías y soluciones en este ámbito impulse mejoras que permitan orientar las actividades hacia el cumplimiento de estos objetivos.

Chile:

Chile se posiciona dentro de América Latina como uno de los países maduros de la región en materia ESG. El 66% de las empresas chilenas encuestadas declararon tener una política o estrategia ESG formal, la tasa más alta de la región. Aún así, el 38% de las empresas chilenas señalan la falta de formación y recursos como un desafío para mejorar su desempeño ESG. Aumentar la formación y los conocimientos internos, así como disponer de herramientas y sistemas de apoyo, son acciones necesarias para continuar con este progreso. Adicionalmente, el 40% de las empresas chilenas indica que el pilar G (gobierno corporativo) es un tema clave para el compromiso de las empresas y su incorporación de la sostenibilidad. Las empresas que refuercen la información pública, las políticas internas y el liderazgo comprometido pueden capitalizar la mejora de la percepción de confianza y mejorar su reputación ante inversores y grupos de interés.

Colombia: 

Colombia muestra un progreso ligeramente superior a la media. Su tasa de información pública sobre prácticas ESG es la más alta de América Latina, con un 51%. Sin embargo, al 31% de las empresas colombianas les resulta difícil adaptarse a múltiples normas ESG. Esto puede estar directamente relacionado con el tipo de normativa del país, que, a diferencia de otros países de la región, está más desagregada y centrada en temas específicos, como la economía circular. Esto desencadena claramente la sensación de falta de profesionales expertos en el ámbito de la sostenibilidad que puedan llevar a cabo dicha responsabilidad.

Mexico: 

La encuesta señala un porcentaje muy bajo de empresas mexicanas que informan públicamente sobre sus prácticas ESG, un 25%, probablemente debido a la falta de normativa vigente en los últimos años. Lo cierto es que esperamos que esta tendencia cambie claramente en los próximos 12 meses. Esto se debe a las nuevas regulaciones aprobadas y al cambio de administración presidencial en México. La presidencia de Claudia Sheinbaum aportará un perfil científico y una mayor inclinación hacia las políticas sociales y medioambientales en particular. En este sentido, las empresas locales deberán tener una reacción rápida y sólida para poder responder a los nuevos requerimientos.