La velocidad a la que las Pymes latinoamericanas se sumen a las economías “glocales”, dependerá de su capacidad para innovar y adaptarse a las exigencias una vez superada la pandemia, como explican José Gómez y Oscar Bobadilla.
La contingencia sanitaria ocasionada por el COVID-19, generó una serie de impactos multidimensionales, pues no es solamente un tema de salud. La crisis también alteró las actividades económicas y sociales.
La urgencia para contener la propagación acelerada del contagio exigió el resguardo de casi toda la población en el mundo y esto detuvo prácticamente todas las tareas cotidianas.
Empresas grandes y pequeñas de todo el mundo fueron impactadas por igual. Todos los negocios independientemente de su tamaño, están enfrentando fuertes presiones económicas.
Avanzada ya la cuarentena, muchas empresas enfrentan una importante reducción de sus ingresos que les ocasiona pérdida de solvencia y pone en riesgo puestos laborales.
De acuerdo con el reporte “América Latina ante el COVID-19” de la CEPAL, los sectores más afectados por la pandemia en la región serán, la aviación, el turismo y los servicios; especialmente restaurantes y pequeños comercios.
Demografía empresarial de América Latina
En América Latina, el 99 por ciento de las empresas son Pymes, y el 85 por ciento de ellas, son micro negocios. En términos generales, en la región, las microempresas son aquellas que generan de 5 a 100 empleos y de 101 a 250 las medianas. En conjunto, generan el 64 por ciento de los empleos formales de acuerdo con datos de la CEPAL.
La crisis provocada por el COVID-19, generará cambios en la estructura
de las empresas y acelerará otros que ya estaban en proceso como la digitalización
y virtualización de las actividades. Algo que ya está sucediendo de acuerdo a las últimas noticias.
En este escenario, las empresas tecnológicamente mejor preparadas, estarán en ventaja para su adaptación a la llegada de la 5G y de la inteligencia artificial que tomará fuerza una vez superada la contingencia.
En América Latina, las Pymes están concentradas en el sector comercio, restaurantero, hotelería, transporte y logística, servicios de salud y actividades inmobiliarias y de alquiler, así como en la industria manufacturera y agricultura.
Algunos de los cambios que se vislumbran una vez superada la contingencia, es el acondicionamiento de las oficinas para mantener la distancia entre un escritorio y otro, denominado “six feet office” u oficina a dos metros. Lo más probable es que, además de la distancia entre escritorios, los empleados deberán seguir la rutina de caminar en el sentido de las manecillas del reloj dentro del espacio de oficina. El objetivo, evitar el cruce entre personas y una posible ola de contagios dentro de las áreas de trabajo. La pandemia, no sólo modificará las rutinas laborales, pues ya se adivinan normas y protocolos sanitarios dentro de las oficinas y centros de trabajo.
Para las Pymes dedicadas al diseño de espacios de interiores, fabricantes de muebles de oficina, contratistas y consultores, se abren algunas oportunidades bajo este escenario.
Trabajo a distancia
Pero el segmento que tendrá un cambio profundo será el trabajo a distancia. La Organización Mundial de la Salud, estima que la mejor opción para retomar las actividades cotidianas, será el regreso intermitente a las instalaciones laborales y junto con la adaptación de los espacios de oficina y el teletrabajo, se convertirá en una práctica generalizada de las empresas. Para ello, las organizaciones requerirán sistemas eficientes y seguros para realizar los enlaces y video conferencias. La contingencia ha sido un buen laboratorio para esta práctica y los proveedores de estos sistemas, han visto incrementar sus ingresos notablemente durante el confinamiento.
Sin embargo, este segmento aún muestra áreas de oportunidad para eficientar las reuniones virtuales. Para las Pymes desarrolladoras de sistemas de enlace, seguridad y diseño de aplicaciones, este segmento será un nicho de oportunidad.
E-Commerce
El e-commerce, parece ser el gran ganador de la Pandemia. La cuarentena obligó a muchos consumidores a realizar sus compras vía internet y empujó a los usuarios de la banca a efectuar operaciones electrónicas, prácticas que se han incrementado exponencialmente durante la pandemia.
Para las Pymes de América Latina, sectores como el restaurantero, el comercial, hotelería y movilidad, deberán adaptarse a la ola de la digitalización y aprovechar las herramientas de contacto y comercialización digital. Insertarse en la tendencia, será determinante para mantener competitividad en el mercado.
Con la mirada en el futuro
Superada la contingencia, muchos estándares sociales habrán desaparecido. Las economías se encaminan a la sustitución de importaciones, principalmente las venidas de China. Jeremy Rifkin, asesor de gobiernos y corporaciones a nivel mundial, conocido promotor de la transformación del sistema basado en la preservación y equilibrio del medio ambiente, declaró en entrevista para BBC, que para superar la crisis de la pandemia, los países deberán glocalizar sus economías, es decir, desarrollar sus economías locales y potenciar sus cadenas de proveduría interna.
La velocidad a la que las Pymes latinoamericanas se sumen a las economías “glocales”, dependerá de su capacidad para innovar y adaptarse a las exigencias de sus localidades. Rifkin refiere que la adquisición de tecnologías será cada vez más accesible y será responsabilidad de los gobiernos adaptarlas al desarrollo de sus economías locales.