Autores
- Jacqui Baker, Jefa de Comercio Minorista, RSM UK
- Robyn Duffy, Analista Senior – Mercados de Consumo, RSM UK
- Nahuel Beccaria, Socio, RSM Argentina
- Edgardo Rondó, Socio, RSM Argentina
- Christopher Shaker, Líder Nacional del Sector Minorista, RSM US LLP
El impulso hacia prácticas sostenibles se ha sentido en casi todos los sectores empresariales, y el comercio minorista no es una excepción. Con los consumidores cada vez más conscientes del impacto en el planeta y en nosotros mismos, la pregunta ¿De dónde vienen realmente los productos que me gustan? se ha vuelto más importante. A medida que la relevancia de la sostenibilidad se hace más evidente, las empresas y los gobiernos de todo el mundo han comenzado a tomar medidas al respecto.
Conciencia y preferencia del consumidor
“Una mayor conciencia del consumidor, impulsada por la accesibilidad a la información a través de la web y las redes sociales, está llevando a los individuos a considerar las implicaciones éticas de sus compras”, dice Jacqui Baker, Jefa de Comercio Minorista en RSM UK. “Las preocupaciones sobre prácticas laborales, como talleres clandestinos y trabajo infantil, impulsan la demanda de productos que aseguran un trato justo y salarios equitativos para los trabajadores. Además, la creciente conciencia ambiental lleva a los consumidores a preferir productos con menores huellas ambientales y prácticas de abastecimiento sostenible”.
Regulaciones y estándares
Para garantizar un trabajo justo y prácticas éticas, muchos gobiernos alrededor del mundo han implementado una legislación más estricta sobre los estándares éticos en el comercio minorista. “Estas pueden variar desde normas laborales y de seguridad alimentaria hasta políticas ambientales. Las leyes y regulaciones sobre el etiquetado ético y la sostenibilidad también están en aumento, obligando a las empresas a ser más transparentes sobre el origen y los métodos de producción de sus productos”, dice Edgardo Rondó, Socio de RSM Argentina.
Además de las regulaciones gubernamentales, entidades de terceros también han publicado directrices sobre las mejores prácticas éticas en la cadena de suministro. La OCDE, por ejemplo, ha publicado directrices para empresas multinacionales que enfatizan la incorporación de consideraciones sociales, de derechos humanos y ambientales. Por su parte, la ONU ha publicado sus directrices para la protección del consumidor para asegurar prácticas éticas en el otro extremo de la cadena de suministro.
Mitigación de riesgos
El tercer promotor principal del comercio minorista ético se relaciona estrechamente con los dos anteriores, abarcando en última instancia los posibles inconvenientes de no alinearse con las preferencias del consumidor o el cumplimiento regulatorio. En el Informe Especial sobre Medio Ambiente, Social y Gobernanza del RSM Middle Market Business Index de 2022, el 97% de los encuestados identificó el deseo de mitigar el impacto de las regulaciones emergentes o nuevas leyes como un factor principal para instituir un plan formal de ESG.
Los riesgos de ignorar estrategias de comercio minorista ético
Existen dos grandes grupos de riesgos que pueden tener un impacto negativo significativo en los minoristas si no logran crear e implementar una estrategia de comercio minorista ético:
Riesgos reputacionales
“Si bien el cumplimiento de la regulación suele estar en la parte superior de la lista de riesgos asociados con mantener una estrategia de comercio minorista ético, puede que no sea el riesgo más significativo”, dice Shaker. “La satisfacción del cliente y del inversionista a menudo ocupa un lugar muy alto en la lista de riesgos comerciales relacionados con el comercio minorista ético, y esos riesgos pueden conllevar sanciones severas. Es fundamental que los minoristas consideren cómo su estrategia con respecto al comercio minorista ético impacta a los clientes que compran sus productos y a los inversionistas a los que informan. Generar confianza en ambos es crítico para el éxito de cualquier sector en el ecosistema minorista actual”.
Riesgos de cumplimiento
Los minoristas pueden enfrentar sanciones significativas si no cumplen con las regulaciones. Como se mencionó anteriormente, los gobiernos de todo el mundo tienen diversas leyes y regulaciones para asegurar que los minoristas se adhieran a estándares éticos. “Las consecuencias legales y regulatorias son considerables, con la no conformidad exponiendo a las empresas a sanciones, multas y acciones legales, especialmente en lo que respecta a leyes laborales, regulaciones ambientales y prácticas de comercio justo”, dice Baker.
La conclusión
Las demandas de los consumidores conscientes éticamente y de los organismos regulatorios están impulsando al sector minorista hacia un futuro más ético. Las empresas que adopten prácticas de comercio minorista ético pueden obtener una ventaja competitiva mientras cumplen con los requisitos regulatorios al construir confianza con consumidores e inversionistas. Los riesgos de ignorar las estrategias de comercio minorista ético son significativos, abarcando daños a la reputación, pérdidas financieras y consecuencias legales. Por lo tanto, priorizar consideraciones éticas en las operaciones minoristas es tanto una necesidad moral como una necesidad estratégica para el éxito a largo plazo.
Conforme el panorama minorista continúa evolucionando, navegar por las complejidades del comercio minorista ético seguirá siendo un desafío crítico para las empresas. Mirando hacia el futuro, la colaboración entre las partes interesadas, los gobiernos y los consumidores será esencial para impulsar cambios significativos hacia una industria minorista más sostenible y ética. A través de un esfuerzo colectivo y un compromiso con los principios éticos, el sector minorista puede desempeñar un papel fundamental en la construcción de una economía global más responsable y resiliente.
Contáctanos para conocer más acerca de los retos que enfrentan los minoristas en la adopción de prácticas éticas, así como los pasos que pueden tomar para superarlos.