Publicado en La Voz de Galicia y La Voz de Asturias
Lucía Carrau, manager de innovación legal, opina junto a otros expertos del sector legal sobre como la digitalización y la inteligencia artificial está llegando para quedarse en los despachos de abogados y en las grandes consultoras como RSM.
El impacto de la IA
En consultoras más grandes, la inteligencia artificial está imponiendo una redefinición de la estrategia corporativa en dos áreas clave: la eficiencia de procesos ya mencionada, y el talento especializado: «En procesos complejos, como por ejemplo el análisis de grandes volúmenes de datos, las firmas ven la necesidad de formar o incorporar profesionales cualificados para poder asesorar sobre ella a clientes, o bien para implantar soluciones de IA en la firma», explica Lucía Carrau, que está al frente de Legal Innovation en la consultora RSM, una organización internacional de servicios de auditoría con presencia en más de 120 países. Esta profesional mira a las nuevas generaciones, que viven en la conocida como «era de la inmediatez», y destaca que la tecnología permite una agilidad en la prestación del servicio y provoca «que sea percibida como un valor diferencial frente a aquellos que no la utilizan».
Pero coincide con el resto en que para la captación y fidelización de los clientes «la empatía es un elemento esencial que a día de hoy la IA no ofrece y solo se consigue con el contacto humano». Carrau está convencida de que, a través de las reuniones y del diseño de la estrategia de cada asunto, «es donde se detecta la pericia del profesional, se genera la confianza y con ello barreras de salida»; y destaca que la clave es identificar las partes del proceso que aportan un valor diferencial al perfil de cliente, «y lo que no, tratar de automatizarlo».
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