Publicado en Economist & Jurist

 

Para otro experto como Ignacio Hidalgo, socio responsable del área laboral de RSM Spain, “cualquier situación de conflicto que afecta a órganos públicos que no pueden hacer su trabajo es preocupante. Los paros de un día aislados tienen una repercusión reducida, aunque son un aviso de que la situación se está torciendo. Otra cosa seria si el conflicto se recrudece y se encamina a una huelga general indefinida”.

 

Para ese letrado, “este tipo de situaciones no es una buena noticia porque paraliza, retrasa o enturbia las relaciones laborales, que deben ser fluidas. En el caso concreto de la inspección de trabajo hay que darse cuenta que su papel principal está en actuar contra aquellas empresas o entidades que no cumplan con la legislación vigente”.

 

Desde su punto de vista “en un escenario de huelga indefinida en el que se retrasen las actuaciones de la inspección, donde tienen nueve meses para tramitar un expediente y no haya actuaciones por dicha huelga, esto podría generar que caducaran o prescribiesen dichas actuaciones. Que la inspección no funcione es un alivio para las empresas que no cumplen con sus obligaciones laborales”.

 

A su juicio, “la falta de actividad de este colectivo, entre otras cuestiones de nuestro entorno laboral, podría afectar al cobro de prestaciones por desempleo, porque el SEPE eventualmente no podría empezar a pagar ese pago en el caso de los ERTES si no existe ese informe de la inspección, pero el retraso de contar con ese informe no sería óbice para que las empresas tomaran este tipo de medidas de reestructuración de plantillas”.

Autor

Ignacio Hidalgo
Socio. Director del área de derecho del trabajo y la Seguridad Social en la oficina de Madrid