Más de dos décadas han pasado desde que la Organización Mundial de la Salud comenzó a alertar por el incremento en los problemas de salud mental. El avance tecnológico y el estilo de vida actual provocaron cambios que han tenido un alto impacto en los seres humanos.
El reporte de la OMS indica que la depresión ocupa hoy la principal posición entre los trastornos mentales en el mundo y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres: entre el 10 y 15 por ciento de las mujeres en países industrializados y entre 20 y 40 por ciento de las mujeres en países en desarrollo. Los trastornos afectivos, de ansiedad y por consumo de sustancias en adultos, tienen una brecha media de tratamiento del 77,9 por ciento en América Latina y el Caribe (ALC). La brecha para la esquizofrenia en ALC es de 56,9 por ciento, para la depresión es de 73,9 por ciento y para el abuso del alcohol es de 85,1 por ciento. Un alto porcentaje de la fuerza laboral tiene problemas de salud mental. Ya no hay dudas: la gente necesita ayuda. Entonces ¿de qué manera puede una empresa cuidar la salud mental de sus colaboradores?
¿Cómo estás?
Con esta sencilla pregunta inicia su día laboral Elizángela Bonomi, Chief Human Resources Officer de RSM Brasil. Licenciada en Psicología, su misión es procurar el bienestar de todos los colaboradores de la organización y ayudar a cada uno a conocer la mejor versión de sí mismos. Es fiel creyente de que el crecimiento y desarrollo personal y profesional no tienen fin, pero que en ocasiones hace falta un ojo externo que nos ayude a lo largo del camino.
“El psicólogo organizacional trabaja mucho en la acogida del individuo, lo que en cierto modo se refleja sobre el colectivo. Cuando un colaborador tiene dificultades internas, ya sea de origen personal o profesional, el psicólogo puede ayudarlo a comprender el conflicto, llevándolo a reflexiones internas que lo ayuden a encontrar el mejor camino para esa situación. Esto también funciona en equipos completos, proponiendo actividades y círculos de conversación para que se puedan mapear comportamientos y, si es necesario, proponer mejoras”, comenta Elizángela Bonomi.
“Contamos con un equipo de psicólogas que trabaja no solo en el día a día administrativo, sino que damos apoyo, desarrollo, acompañamiento y crecimiento profesional. La formación en psicología nos da la confianza que los colaboradores necesitan para hablar de temas personales que impactan en sus actividades. Hoy contamos con un plan de desarrollo de líderes y colaboradores operativos, el cual se aplica internamente. La formación en psicología es fundamental para la confianza de nuestros empleados”, agrega.
“Hoy por hoy si se nos acerca alguien diciendo que está sufriendo con su salud mental entonces nosotros como RRHH nos ponemos en acción porque queremos que esa persona se sienta cómoda expresando lo que siente y sabiendo que nosotros vamos a apoyarla. Hay situaciones que son más graves y en esos casos recomendamos un tratamiento psicológico puntual o lo derivamos con el médico especialista correspondiente”, dice.
En RSM Brasil se implementan campañas sobre salud mental a lo largo de todo el año para hablar de diferentes temas: Enero Blanco, se hace conciencia sobre Burn out; en Septiembre Amarillo, sobre el Suicidio y así cada mes del año. Son campañas fuertes en las que se abordan temas de salud física y mental y el equipo de psicólogas de RRHH sigue ese calendario para desarrollar actividades entorno a ellas.
“Proporcionamos herramientas para que los colaboradores puedan detectar las enfermedades por sí mismos con la esperanza de que la detección e intervención tempranas conduzcan a mecanismos de afrontamiento o tratamientos más efectivos. Nosotras mismas ofrecemos el entrenamiento y aplicamos encuestas, y esto representa un beneficio invaluable para el colaborador y para la organización. Si vemos síntomas en alguna persona, buscamos tener una sesión de terapia con ella. O bien si un Socio se acerca y nos dice que tiene un colaborador que es excelente pero que últimamente está desconcentrado, no consigue entregar reportes a tiempo, entramos en contacto con él e intentamos comprender qué está sucediéndole”, explica.
Los comportamientos sí se pueden mapear
La OMS definió la salud mental como “un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”. Pero, ¿cómo sabemos hasta dónde llega el límite de nuestras capacidades?
“El departamento de RRHH es un área de soporte para toda la organización. Si estos proyectos han sido un éxito es porque realmente la gente se abre a nosotros y nos permiten mapear estos comportamientos dentro de una oficina. Pensemos por ejemplo que existe un líder que tiene un perfil dominante llamado A. Una persona dominante es una persona que es impositiva, rápida de pensamiento, muy ágil, que busca respuestas objetivas. Esa persona tiene en su equipo una persona de perfil B de tipo controlador, es una persona organizada, metódica y que disfruta la conversación con los demás. ¿Qué puede pasar entre dos personas así? Conflicto. Porque si pongo a una persona que no tiene paciencia junto con otra que es muy detallista, la tensión entre ambos está casi garantizada. Sin embargo, lo cierto es que ambas tienen talento y pueden complementarse, pero debo conseguir que logren trabajar en armonía. Esto se traduce en salud mental y productividad”.
Ante un caso así Elizángela Bonomi y su equipo de psicólogas recomiendan seguir algunos pasos básicos:
- Entrenamiento para entender ese modelo de comportamiento
- Evaluar las necesidades de cada uno dentro de sus equipos de trabajo.
- Luego explicamos al líder porqué es importante tener una persona así en su equipo, y cómo ese líder puede beneficiarse de lo que la personalidad de ese individuo aporta a su equipo. Si lo comprende, entonces tenemos medio camino ganado.
“Un psicólogo ha sido entrenado para escuchar e identificar problemas, permitiéndole a los colaboradores reconocer que tienen la necesidad de comprender los comportamientos de los demás. Nuestras psicólogas, a través de las preguntas correctas, hacen que la persona llegue a la conclusión propia de que cambiando ciertos comportamientos podría llevar a una mayor cohesión, ya sea liderando un equipo o siendo parte de él. Esa persona comprende que tiene la necesidad de entender y de cambiar”, explica Elizángela Bonomi.
Presenta a tus colaboradores la mejor versión de ellos mismos
El beneficio de tener un Psicólogo dentro de la organización es que puede reconocer en los mandos medios a los futuros líderes. Solo deben de guiarlos a conocer la mejor versión de sí mismos.
“En una ocasión tuve la oportunidad de trabajar con un grupo de futuros líderes que eran muy operacionales, con muchas dificultades para expresar sus opiniones”, cuenta Elizángela. “Nuestro abordaje fue pedirles que reflexionen sobre el impacto de su liderazgo en los miembros de su equipo. Por ejemplo, a uno de los líderes le dijimos tu siempre sales a comer con la misma persona por cuestiones lógicas, te divierte y te sientes cómoda con esa persona. ¿Pero te has puesto a pensar cómo se sienten los demás miembros de que nunca les pidas que te acompañen a comer? Contestó, es cierto, nunca había pensado en eso y le permitió tener una nueva perspectiva. Trabajar con nuestros colegas para desafiar sus pensamientos ayuda a construir habilidades de liderazgo y confianza.
Bajo el enfoque de Leonardo Biar, Managing Office Partner de RSM Brasil, y el liderazgo de RRHH de Elizángela Bonomi, la organización obtuvo en 2022 su certificación de Great Place to Work. Si deseas conocer más sobre este enfoque por favor contacta a [email protected] y a [email protected]