En un momento de la historia donde la transformación digital sigue redefiniendo las reglas del juego e impulsando cambios sin precedentes, el 2024 se posiciona como un punto de inflexión para consolidar las tendencias más disruptivas en innovación.

 

Desde nuestra posición como una firma que opera en las áreas de auditoría, legal, fiscal, corporate y consultoría, observamos cómo las empresas se enfrentan al desafío de integrar estas tendencias en un contexto que también plantea importantes retos para 2025.

 

¿De qué tendencias hablamos?

 

Si le preguntamos por tendencias a ChatGPT, a Claude, a Gemini o a Perplexity, nos hablarán de automatización de procesos, de la adopción de plataformas en la nube, de la ciberseguridad y protección de datos, de herramientas que transforman la implementación de estrategias ESG facilitando el monitoreo, el análisis y el reporting de resultados…

 

Pero como no podía ser de otra manera, todas coinciden en que la invitada del baile y que se consolida como tendencia estrella vuelve a ser la inteligencia artificial, marcada en el 2024 por la aprobación del Reglamento (UE) 2024/1689 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de junio de 2024, por el que se establecen normas armonizadas en materia de inteligencia artificial (RIA), punto de inflexión para las empresas en Europa.

 

Este marco normativo no solo establece reglas claras para el desarrollo y uso de sistemas de IA, sino que también redefine las prioridades estratégicas de las empresas que interactúan con esta tecnología, ya sea mediante productos, servicios o integraciones.

 

La irrupción e integración en particular de la IA generativa está transformando el panorama empresarial en España, emergiendo como un catalizador de cambios significativos, particularmente en áreas como operaciones, desarrollo de productos, marketing y atención al cliente, por su capacidad para automatizar tareas repetitivas, personalizar servicios o productos y generar contenido.

 

Sin embargo, su adopción enfrenta retos importantes como la falta de talento cualificado, la gestión de datos y la seguridad. La formación continua y estrategias de upskilling y reskilling son esenciales para abordar estas brechas y maximizar el potencial de la tecnología.

 

Esta coyuntura obliga a frenar, repensar y rediseñar estrategias, lo que impacta en el rol que tienen los consejos de administración, quienes han pasado de un enfoque centrado en riesgos tradicionales a uno estratégico y especializado, siendo pieza clave -como facilitadores estratégicos-, promoviendo proyectos que mejoren la eficiencia y productividad, pero monitoreando constantemente los resultados garantizando una adopción equilibrada entre innovación y gestión de riesgos, aprovechando a su vez las oportunidades de negocio que de todo ello se deriva.

 

¿De qué riesgos hablamos?  

 

Pues todos aquellos que deriven de implementaciones apresuradas “por ser el primero” y que expongan al proyecto empresarial a importantes sanciones y/o riesgos reputacionales.

 

Los riesgos éticos también son una línea roja marcada por el Reglamento, lo que implica la obligación por velar y supervisar aspectos como la transparencia, la privacidad y la equidad en el uso de IA.

 

La singularidad, complejidad y consecuencias de este tipo de proyectos impacta también en su despliegue, debiendo de configurarse con un procedimiento particular, con proyectos piloto que permitan implementar esta tecnología en áreas limitadas, evaluar su impacto e ir escalando de manera controlada al resto de la organización.

 

¿Qué son desafíos y retos?

 

 El talento especializado, sin duda, marcado por su limitada oferta y alto coste. Poco a poco será más natural ver integradas en las organizaciones nuevas figuras y comisiones especializadas alineadas con el CIO como el Chief AI Officer (CAIO),  rol que lidera la integración de IA, alineándola con los objetivos empresariales y asegurando el cumplimiento normativo y ético; o el Chief Data Officer (CDO), perfil que gestiona los datos para que sean accesibles y seguros, complementando el trabajo del CAIO.

 

¿Qué puede ser clave en este proceso?  

 

  • Contar con un partner estratégico especializado. RSM Impulsa surge para dar respuesta a estos retos. Conscientes de este nuevo escenario, hemos creado y diseñado una división multidisciplinar que integra conocimiento, rigor técnico, metodologías propias y visión de futuro para buscar, encontrar y, si no existen, diseñar soluciones a medida de las necesidades de cada cliente, promoviendo la colaboración entre nuestras áreas para además, de forma proactiva, identificar oportunidades. ¿Nuestro objetivo? Ser nosotros quienes redefinamos las reglas del juego.

 

  • La alianza con líderes tecnológicos. Asociarse con tecnológicas permite a las organizaciones acceder a soluciones de última generación, y tener mapeadas de manera constante las soluciones existentes que van lanzando los players del mercado nos ofrecen una visión del estado de la técnica que permite anticipar y proyectar soluciones escalables.

 

  • Corporate Venturing. La inversión o colaboración con startups innovadoras como modelo de innovación híbrido funciona como hilo de conexión entre empresas y startups, y puede proporcionar acceso o desarrollo de soluciones adaptadas a necesidades específicas del negocio, en paralelo y sin poner en riesgo el modelo de negocio tradicional. Nosotros coordinamos ese circuito de identificación de talento y/o de soluciones que se puedan integrar y adoptar en corporates ofreciéndoles ventaja competitivas.

 

  • La conexión con los principales hubs de innovación. Formar parte activa de estos foros empresariales donde se cuece la innovación nos otorga un lugar privilegiado para estar al día de tendencias e identificar talento, tendencias y oportunidades, así como establecer sinergias y conexiones con los stakeholders del sector.

 

La transición hacia el 2025 no solo trae consigo grandes desafíos, sino también oportunidades estratégicas para aquellas empresas dispuestas a liderar el cambio con innovación y responsabilidad. En este contexto, es imperativo contar con estrategias claras que alineen la adopción tecnológica con los objetivos empresariales, garantizando tanto el cumplimiento normativo como la sostenibilidad del negocio.

 

Desde nuestra experiencia estamos preparados para identificar las oportunidades específicas de una organización, gestionar los riesgos asociados y construir un marco sólido que permita maximizar el potencial de estas tecnologías desde una perspectiva legal y estratégica. RSM Impulsa los retos de hoy para convertirlo en ventajas competitivas mañana.

 

Autores: Lucía Carrau, directora de Innovación