Como es sabido, en la actualidad, distintas políticas laborales son ya obligatorias para todas las empresas y no contar con ellas puede acarrear sanciones en el orden laboral, entre otras consecuencias.

Una de esas políticas, cuya obligación nació en la LO 3/2007 de igualdad, para el acoso sexual y por razón de sexo, es el famoso protocolo de contra el acoso que, de forma generalizada, las organizaciones amplían también al acoso laboral

 

El Ministerio de igualdad se pronuncia

Este mes de octubre el Ministerio de Igualdad ha publicado un Manual de Referencia en esta materia, acompañado de dos modelos de Protocolo para la prevención del acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral.

El referido Manual, además de incluir una parte puramente teórica sobre el acoso, aclara que toda empresa tiene la obligación de adoptar este tipo de protocolos, previa negociación con la representación legal de sus trabajadores, de aplicación a toda la plantilla de la empresa, incluyendo trabajadores/as contratados mediante ETT, personas que realicen prácticas no laborales o voluntariado.

El Manual propone dos modelos diferentes en función de si la empresa cuenta con Plan de Igualdad o no, ya que en el primero de los casos el protocolo formará parte del mismo, recordando que, aunque no se tenga Plan de Igualdad, cabe registrarlo ante la autoridad laboral.

 

Aspectos de interés

El modelo propuesto, que no debe tomarse como de obligatorio seguimiento, establece modelos de denuncia, recuerda que las denuncias pueden ser secretas, pero no anónimas y recoge los supuestos donde la presunta persona acosadora pudiera no pertenecer a la empresa, recomendando que, en estos supuestos, se inste a la empleadora de dicha persona a adoptar medidas bajo la advertencia de romper la relación mercantil que pudiera existir entre ambas.

De igual forma, recuerda la guía del Ministerio que cualquier modelo debe adaptarse a la realidad empresarial y establece unas recomendaciones de plazos y procedimientos, incorpora modelos de interés cuya descarga permite y establece unos plazos e hitos procedimentales base para su desarrollo que se resumen como sigue:

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Como ya señalamos antes, cualquier protocolo empresarial debe tener una base común: la adaptación a la propia empresa que lo publica, por lo que los manuales o guías, aún procediendo del Ministerio, no deben de tomarse más que como un recordatorio de la importancia que tiene su implementación a la Empresa.

Un protocolo mal adaptado a nuestra realidad será una herramienta que inútil. Nos permitirá cumplir la norma, pero no servirá de herramienta de gestión real de un problema cada vez más común en las organizaciones.

 

 

Autora: Rocío Guerrero, abogada de RSM Spain