Cualquier aspecto colectivo que tenga incidencia en la empresa, hoy en día, debe plantearse desde el prisma de la negociación.

 

Ya exista representación legal de los trabajadores o ya nos obliguen las normas a negociar con los sindicatos (por ejemplo, planes de igualdad) o con las denominadas comisiones “ad hoc” (por ejemplo, modificaciones sustanciales colectivas), la negociación se comporta no solo como una obligación, sino como una necesaria recomendación.

 

En estos supuestos, y con independencia de cuál sea el motivo del conflicto (una decisión empresarial, la respuesta a un conflicto iniciado por los trabajadores o el cumplimiento de una norma), el asesoramiento especializado debería ser siempre una necesidad.

 

El problema es que hay muchas formas de enfocar ese asesoramiento y no siempre un mero especialista a quien preguntar dudas legales nos aportará el valor que nuestra empresa necesita.

 

En RSM no concebimos nuestros servicios en materia de negociación colectiva como meros servicios de consulta o asesoramiento, sino que entendemos que nuestra obligación es aportar el valor que da la experiencia del trabajo en múltiples sectores y, sobre todo, en el diseño estratégico de esos procesos.

 

Unas preguntas necesarias que no deben olvidarse

 

¿Qué es lo que se quiere conseguir durante la negociación?, ¿cuál es el mejor camino para hacerlo?, ¿cómo podemos ayudar a minorar el coste de un proceso de negociación sin que por ello nuestra plantilla crea que se les recortan sus derechos?, ¿cuál debe ser el papel de la dirección de la empresa y cuál el de los asesores?

 

La respuesta a todas esas preguntas debe ser conocerse antes de iniciarse la negociación y podemos ayudaros a responderlas aportándoos ideas desde fuera que, junto a vuestro conocimiento de lo que sucede dentro, puedan aportar un valor necesario para enfocar la solución al conflicto.

 

El asesor legal debe participar en todo proceso. Asumir un papel relevante que le permita ser el escudo que la dirección de la empresa necesita. La excusa para adoptar determinadas decisiones impopulares y quien ayude, junto con los asesores de la parte social, a limar las asperezas propias de quien se ve día a día. La Dirección de la empresa, por su parte, sin rehuir nunca a estar presente, debe aparecer siempre para aportar soluciones constructivas que den respuesta a los problemas que puedan surgir durante la negociación.

 

En definitiva, un reparto adecuado de papeles ayudará a conseguir aquello imprescindible en todo proceso negociador: un acuerdo duradero que ponga verdaderamente fin a un conflicto o permita que las políticas implantadas perduren en el tiempo.

 

Estamos seguros de que nuestro equipo de especialistas en negociación colectiva puede ayudaros a afrontar el camino necesario para conseguir esa meta. Participando desde el principio en el desarrollo del proceso negociador, el valor que aportaremos será mucho mayor.

 

En RSM tendréis siempre el socio que necesitáis para enfrentaros a todo tipo de proceso colectivo en vuestras organizaciones.

 

 

Autor: Ignacio Hidalgo, socio de RSM Spain