Publicado en Economist & Jurist
Nuestro socio de Laboral, Ignacio Hidalgo, opina sobre la imagen negativa que perciben los empresarios de sí mismos según el informe de Funcas.
Ignacio comenta para Economist & Jurist que «el informe de Funcas nos tiene que hacer reflexionar. No parece lógico que cale en los empresarios que su gestión no es valorada por la sociedad a nivel general, cuando ellos generan empleo y riqueza. Desde las instancias gubernamentales y desde la voz de muchos políticos se da una visión del empresariado que no es positiva. Eso es uno de los grande errores de nuestro poderes públicos que se puede revertir».
Los empresarios no son el enemigo
En este sentido, nuestro socio de laboral apunta, «habitualmente cuando se aprueba una norma y escuchas a la ministra de Trabajo hablar de esa nueva Ley, tienes la sensación que los empresarios son los malos de la película, sorprendentemente. A veces da la sensación que dicha normativa se aprueba para corregir algún comportamiento equivocado del propio empresario. Eso al final cala en la sociedad. Son normas restrictivas para la flexibilidad del empresario. Eso genera que la imagen del colectivo sea de profesionales tramposos, que no cumple con la normativa y que sus trabajadores serían esclavos. Nada más lejos de la realidad».
A juicio de Ignacio, experto en derecho laboral, «el problema es la imagen del empresario que se da de cara a la sociedad. Las normas laborales tienden a restringir determinados comportamientos suyos y su capacidad de actuar en beneficio de las personas que trabajan en la empresa. En lugar de tener un Estado que fomente la actividad del empresario y le ayude a emprender, tenemos un Estado que le pone trabas y aprueba normas que no le ayudan a desarrollar su negocio. No me extraña la percepción que tienen los empresarios sobre su papel en la sociedad».
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